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lunes, 15 de noviembre de 2010

bestiario magico


































Hipogrifo

Los hipogrifos son los descendientes de la unión entre un grifo y un caballo. La cabeza, pecho y patas delanteras (garras) son herencia de su padre grifo y, el resto de su cuerpo es igual al de un caballo.

El primero en mencionar a estos seres fue Virgilio y las utilizaba para explicar las incongruencias y lo imposible, pues el hipogrifo —a pesar de ser mitad caballo— gustaba de cazar y comerlos, aunque en su dieta entren también otras plantas o animales. Tiempo después volvemos a encontrar referencias a estos seres gracias a Ludovico Ariosto quien lo menciona en su poemas Orlando el Furioso y lo describe como un ser ágil y de gran equilibrio emocional, incluso más que el famoso Pegaso

Se dice que el hipogrifo es el corcel de los magos y hechiceros y dado que representa una incongruencia siempre se le utilizó como símbolo que representaba el amor imposible.




Unicornio

Cierta tendencia medieval basada en la idea de atribuir un significado universal busca justificar desde un punto de vista místico y teológico la existencia de seres monstruosos en la creación. Estos seres, adquieren así, un sentido alegórico e incluso moral. Tal es el caso de los unicornios.

En un texto anónimo fechado entre los siglos II y V, se afirma que el unicornio es un animal pequeño con un cuerno único en medio de la cabeza, similar al cabrito pero mucho más feroz, de manera tal que un cazador no puede alcanzarlo. La técnica de captura es colocar una virgen inmaculada frente al el de manera tal que ésta lo amamante para luego conducirlo al palacio del rey.

La fascinación por lo maravilloso es propia del mundo medieval y funde la experiencia real con los relatos imaginarios. Así, cuando Marco Polo describiera los rinocerontes, los definiría como unicornios aún cuando la semejanza de éstos con los legendarios unicornios blancos y esbeltos solo se limitaba al cuerno sobre la frente.




Sirena

Las sirenas pueden aparecer de dos formas: mitad mujer, mitad pájaro o mitad mujer y mitad pez. En el segundo caso pueden ser confundidas con pejemullers. Representan la tentación y la seducción y distraen a los hombres de sus verdaderos propósitos.



Ch'i-Lin

Fabulosa bestia correspondiente a la mitologia china que suele ser representada con cabeza de dragón, melena de leon, cuerpo de ciervo y cola de buey. Se decía que aparecía durante los reinados de los monarcas virtuosos y que annciaba el nacimiento de grandes personajes. Este ser acompaña a los hombres inmortales y a los grandes sabios chinos. Su delicadeza hace que sea asociada con la buena voluntad.


Dragon

El dragon chino, es símbolo del emperador y de la energía masculina (la fertilidad). Es un animal benigno y el quinto en el zodíaco. Protege a Oriente y representa la salida del sol, la primavera y las lluvias. En efecto, las lluvias torrenciales son conocidas por las "lluvias del dragón".

Para la tradición escandinava, nidhogg es el "espantoso mordedor" y simbolizab a el mal, porque devoraba a los cadáveres y roía sin descanso las raices del árbol de la vida, el yggdrasil.

Y para los cristianos, el dragón es equiparado co la serpiente que sedujo a Eva en el jardín de Eden, por lo tanto, también simboliza el mal


Harpía

En la mitología griega, la harpía simbolizaba los aspectos más destructivos y negativos de la femeneidad. Poseía cabeza y torax de mujer, pero alas y patas de buitre. Podía controlar los vientos así como causar tormentas y remolinos. Se la consideraba también la causante de la muerte súbita.


Levitán

Monstruo marino de siete cabezas que según la leyenda fue derrotado por el dios Baal. En el Antiguo Testamento, se dice que éste fue creado por Dios, así, en los Salmos, Levitán, es uno de los grandes monstruos marinos que ha creado Yavé simplemente para “jugar con él”.

Los origenes mitológicos de este monstruo sin embargo son anteriores a la Biblia y pertenecen a la tradición fenicia en la cual aparece como un portador de desgracias (un antiguo sello de “tell asmar” muestra un dragón de siete cabezas que es vencido por dos figuras divinas).


Makara

Se trata de una criatura marina de la mitologia india que fue la montura del dios de los mares, Varuna y también de Ganga, la diosa del Ganges. La bestia es mitad pez y mitad cocodrilo o elefante. Simboliza las aguas de la creación. A meudo se la puede ver en compañía de criaturas solares y juntas representan la fertilidad. Makara representa además la dualiad del bien y del mal.



Pegaso


El pegaso es un corcel de grandes aldas que condujo al héroe griego Belerofonte hasta la Quimera. Nació de la sangre de Medusa y transportó el rayo de fuego de Zeus. Simbolicamente se lo asocia a la velocidad y al viento. En la iconografía mediebval existe un caballo similar, el hipogrifo que es símbolo del poder innato y de la capacidad de transformar el mal en bien.


Salamandra

Es el espíritu del fuego y por lo genral se la representa envuelta en llamaradas, lanzando fuego. La salamandra tiene la sangre tan fría que las llamas no la dañan en absoluto.


Serpiente de dos cabezas

Es una conocida imagen de la mitología americana asociada a la lluvia portadora de vida. Formaba parte de los ritos a Tlaloc, el dios azteca de las montañas, de la lluvia y de las fuentes. Ent iempos de sequía se le ofrecían niños en sacrificio.


Naga

La naga es una diosa serpiente con muchas cabezas que aparece en muchas obras de arte y leyendas de la India y del sudeeste asiático. Algunas veces aparece con un torso humano y otras con cuerpo de animal. Las nagas controlan las lluvias y se hallan en conficto permanente el ave del sol, Garuda. Se señala así en el relato mítico el equilibrio real que deben existir entre lluvia y sol para prosperidad de la cosecha.

Grifos

(formados por cabeza y alas de águila con cuerpo de león) que dada su combinación de partes de animales nobles se sitúan, como se ha indicado, como guardianes en las entradas (puertas y ventanas) de las iglesias.


Basiliscos

Curioso animal formado por una cabeza monstruosa con cresta de gallo unida a cuerpo con dos patas y cola de serpiente. Matan con la mirada y el aliento. Los basiliscos son los encargados de transportar las almas de los condenados al infierno. Simbolizan la muerte y al propio diablo.

Los Forjadores de las Espadas Negras

Los Forjadores de las Espadas Negras son súbditos de los Señores del Mal. No son familiares de los Caballeros del Mal ni de los Señores del Mal. Fueron esclavizados después de mantener una corta guerra con los Señores de las Pesadillas, cuando estos invadieron su plano para capturar Pesadillas de Lava.

Como herreros forjan magníficas espadas de acero negro. La calidad de estas espadas ha sido comparada por los Señores del Mal con el acero valyrio. En la actualidad sus espadas son muy apreciadas en Westeros, pues son forjadas con aleación especial que mezcla su acero negro con acero de Valyria.

Sin embargo, su papel más importante dentro del ejército del Mal, lo corresponden debido a que son los generales de los ejércitos.

La naturaleza de los Forjadores es extraña.

Hubo un intento de crear a partir de ellos un nuevo tipo de Creadores de las Pesadillas. Hubo 5 individuos de esa nueva especie llamada (acertadamente) los Forjadores de las Pesadillas. Sin embargo, su odio permanente contra sus capturadores, los Señores de las Pesadillas, hizo que fueran destruidos.


Los Elfos Säarian

Estos espléndidos elfos tienen una leyenda acerca de las Llaves que abren el Centro de Todo. Según esta antigua leyenda, los Elfos Säarian son los únicos que conocen como se crearon las Llaves del Centro de Todo así como su auténtica utilidad y poder. Pues estos seres conocen no sólo la principal utilidad que tienen estas llaves: la de poder abrir los Planos y su antiquísima función en la Ampliación de los Centros del Milegu; sino que también conocen otros usos más poderosos como el de la formación de Ealqum.


Los Señores del Mal

Los Señores del Mal se subdividen en dos grandes tipos: Los Emperadores Abismales y los Grandes Señores del Mal1.

Ninguno de los dos tipos es superior al otro en cuanto a poder. No obstante, ahora, quienes obstentan el mando en los Planos Inferiores son los Emperadores Abismales.

Largas disputas ha habido entre ellos, y el control de los Planos ha pasado varias veces a los Grandes Señores, para a los pocos siglos, volver a los Emperadores.

Actualmente, los Emperadores Abismales detentan el poder bajo el voluble apoyo de los Grandes Señores del Mal.
Aunque son tan diferentes, han llegado a un acuerdo. Los Grandes Señores manejarán todos los asuntos que provengan de otros Planos (Superiores), y los Emperadores Abismales se ocuparán de los eventos que surjan en torno a los Planos Inferiores más importantes.

Hace muy poco tiempo, los Emperadores Abismales han empezado a considerarse como Señores del Mal, con la diferencia de provenir de lugares más profundos.

Técnicamente la recién surgida dinastía de los Señores Arcanos del Mal no son considerados como puros Señores del Mal, aunque tengan mucho que ver con ellos y en algunos aspectos se parecen más a los Grandes Señores del Mal que éstos a los Emperadores Abismales.

Aunque sean una raza con unas características externas básicas comunes entre todos ellos, su apariencia es difícil de catalogar debido a que ellos mismos modifican su apariencia.
Así pues, la mayoría de Señores del Mal son muy diferentes entre sí, aunque todos ostentan con orgullo una apariencia siniestra y atemorizante. Normalmente están enfundados en impenetrables armaduras y portan poderosas espadas mágicas.

Los Señores del Mal son súbditos a las órdenes de los Malignos. Fueron creados gracias a la ayuda de Huecuvu.

Las poderosas razas vencidas y sometidas a su dominio hablan de sus grandísimos poderes. Entre ellas se encuentran: Los Forjadores de Espadas Negras, los Savari, los Espectros de ηuβaΘζ, los Búhos de las Sombras, las Sombras Estilizadas de la Guerra, etc.


*1: A los Grandes Señores del Mal generalmente se les denomina genéricamente como Señores del Mal, aún cuando no todos los Señores del Mal son Grandes Señores del Mal.



Hada

Un hada (del latín fatum: hado, destino) es una criatura fantástica y etérea, personificada generalmente en forma de mujer hermosa, que según la tradición son protectoras de la naturaleza, producto de la imaginación, la tradición o las creencias y perteneciente a ese fabuloso mundo de los elfos, gnomos, duendes, sirenas y gigantes que da color a las leyendas y mitologías de todos los pueblos antiguos. Se puede provocar el contacto con ellas desarrollando la visión etérea según las leyendas. La mayoría de ellas se representan con alas.


Clases de hadas

Hay muchas clases de hadas, siendo las más conocidas las:

* Lamias, hadas de las cuevas
* Ninfas, hadas de las fuentes
* Dríades, hadas de los bosques
* Sirenas, hadas de los mares
* Sílfides, hadas de los vientos
* Salamandras, hadas del fuego



Hombre lobo

El hombre lobo, también conocido como licántropo, es una criatura legendaria presente en muchas culturas independientes a lo largo del mundo. Se ha dicho que este es el más universal de todos los mitos (probablemente junto con el del vampiro), y aún hoy, mucha gente cree en la existencia de los hombres lobo o de otras clases de «hombres bestia». Realmente no hay que confundir los términos: licántropo es aquel hombre que, debido a algún trastorno psicológico, cree haber asumido el aspecto, voz y comportamiento de un lobo, a pesar de que realmente no haya sufrido ninguna transformación física; lo cual lo lleva a actuar de acuerdo a ello, entiéndase matando y cometiendo actos de canibalismo. Por su parte, el hombre lobo es tradicionalmente un hombre que, por efectos de magia o por propensión natural, posee la habilidad de transformar su aspecto en el de un lobo. Todas las características típicas de aquel animal - como son la ferocidad, la fuerza, la astucia y la rapidez- son en ellos claramente manifiestas, para desgracia de todos aquellos que se cruzan en su camino. Puede permanecer con su aspecto animal únicamente por espacio de unas cuantas horas, o bien permanentemente.

En el folclore y la mitología, un hombre lobo es una persona que se transforma en lobo, ya sea a propósito o involuntariamente, a causa de una maldición o de otro agente exterior. El cronista medieval Gervase de Tilbury asoció la transformación con la aparición de la luna llena, pero este concepto fue raramente asociado con el hombre lobo hasta que la idea fue tomada por los escritores de ficción moderna. La mayoría de las referencias modernas están de acuerdo en que un hombre lobo puede ser asesinado si se le dispara una bala de plata, aunque esto es producto de la narrativa moderna y no aparece en las leyendas tradicionales. Como dato adicional, en versiones modernas, se agregó la idea que ha existido una fuerte rivalidad entre vampiros y hombres lobo, debido a que pertenecen a una misma raza de criaturas.

Los licántropos, al haber renunciado a los poderes vampíricos para obtener una forma física superior, se ganaron el rencor de sus parientes.


Vampiro

Un vampiro es, según el folclore de varios países, una criatura maligna que se alimenta de sangre de seres vivos para mantenerse activo. En algunas culturas orientales y americanas aborígenes el vampiro es una deidad demoníaca o un dios menor que forma parte del panteón siniestro en sus mitologías.

En la cultura europea y occidental, así como en la cultura global contemporánea, el prototipo de vampiro más popular es el de origen eslavo, el de un ser humano convertido después de morir en un cadáver activo o reviniente depredador chupasangre.


Orígenes del mito

Es probable que el mito del vampiro en el folclore de muchas culturas desde tiempos inmemoriales, provenga inicialmente de la necesidad de personificar uno de los arquetipos primordiales en el inconsciente colectivo. Según los conceptos de Jung, es la denominada "sombra", la cual representa los instintos o impulsos humanos reprimidos más primitivos y sería la encarnación del mal como entidad, y una representación del lado salvaje del hombre o su atavismo bestial, latente en su sistema límbico y en conflicto permanente con las normas sociales y religiosas.

Pero el mito, como es conocido en nuestros días, es realmente una combinación compleja de varios temores y creencias humanas, que además del citado temor a los bajos instintos, incluye: la atribución a la sangre de ser fuente de poderío o vehículo del alma, el temor a la depredación, a la enfermedad o a la muerte y a su expresión más palpable como es el cadáver, así como a la fascinación temerosa por la inmortalidad y el instinto de supervivencia.

Algunos estudiosos sugieren que el mito del vampiro, sobre todo el que se popularizó en Europa después del siglo XVII, se debe en parte a la necesidad de explicar, en medio de una atmósfera de pánico colectivo, las epidemias que asolaron Europa (causadas por enfermedades reales), antes de que la ciencia lograra explicarlas
racionalmente.




Fénix


El ave Fénix o Phoenix, como lo conocían los griegos, es un ave mitológica del tamaño de un águila, de plumaje rojo, anaranjado y amarillo incandescente, de fuerte pico y garras. Se trataba de un ave fabulosa que se consumía por acción del fuego cada 500 años, para luego resurgir de sus cenizas. Según algunos mitos, vivía en una región que comprendía la zona del Oriente Medio y la India, llegando hasta Egipto, en el norte de África. Muy presente en la poesía árabe (En árabe: العَنْقَاء Al- Anka).



El mito del ave Fénix, alimentó varias doctrinas y concepciones religiosas de supervivencia en el Más Allá, pues el Fénix muere para renacer con toda su gloria. Fue citado por los sacerdotes egipcios de Heliópolis, el griego Heródoto, los escritores latinos Plinio el Viejo, Luciano, Ovidio, Séneca y Claudio Claudiano, o los cristianos Pablo de Tarso, el Papa Clemente de Roma, Epifanio o San Ambrosio. En el Antiguo Egipto se le denominaba Bennu y fue asociado a las crecidas del Nilo, a la resurrección, y al Sol. El Fénix ha sido un símbolo del renacimiento físico y espiritual, del poder del fuego, de la purificación, y la inmortalidad. Según el mito, poseía varios dones, como la virtud de que sus lágrimas fueran curativas.

Para Heródoto, Plinio el Viejo y Epifanio de Salamina, esta sagrada ave viajaba a Egipto cada quinientos años, y aparecía en la ciudad de Heliópolis, llevando sobre sus hombros el cadáver de su padre, a donde este iba a morir, para depositarlo en la puerta del templo del Sol.

Heródoto (siglo V a. C.), el historiador griego, escribió:
Otra ave sagrada hay allí que sólo he visto en pintura, cuyo nombre es el de fénix. Raras son, en efecto, las veces que se deja ver, y tan de tarde en tarde, que según los de Heliópolis sólo viene al Egipto cada quinientos años a saber cuándo fallece su padre. Si en su tamaño y conformación es tal como la describen, su mote y figura son muy parecidas a las del águila, y sus plumas en parte doradas, en parte de color de carmesí. Tales son los prodigios que de ella nos cuentan, que aunque para mi poco dignos de fe, no omitiré el referirlos.

Para trasladar el cadáver de su padre desde la Arabia al templo del Sol, se vale de la siguiente maniobra: forma ante todo un huevo sólido de mirra, tan grande cuanto sus fuerzas alcancen para llevarlo, probando su peso después de formado para experimentar si es con ellas compatible; va después vaciándolo hasta abrir un hueco donde pueda encerrar el cadáver de su padre; el cual ajusta con otra porción de mirra y atesta de ella la concavidad, hasta que el peso del huevo preñado con el cadáver iguale al que cuando sólido tenía; cierra después la abertura, carga con su huevo, y lo lleva al templo del Sol en Egipto. He aquí, sea lo que fuere, lo que de aquel pájaro refieren.
Heródoto.

Según la leyenda cristianizada, el ave Fénix vivía en el Jardín del Paraíso, y anidaba en un rosal. Cuando Adán y Eva fueron expulsados, de la espada del ángel que los desterró surgió una chispa que prendió el nido del Fénix, haciendo que ardieran éste y su inquilino. Por ser la única bestia que se había negado a probar la fruta del paraíso, se le concedieron varios dones, siendo el más destacado la inmortalidad a través de la capacidad de renacer de sus cenizas.

Cuando le llegaba la hora de morir, hacía un nido de especias y hierbas aromáticas, ponía un único huevo, que empollaba durante tres días, y al tercer día ardía. El Fénix se quemaba por completo y, al reducirse a cenizas, resurgía del huevo la misma ave Fénix, siempre única y eterna. Esto ocurría cada quinientos años.


Hay un ave, llamada fénix. Esta es la única de su especie, vive quinientos años; y cuando ha alcanzado la hora de su disolución y ha de morir, se hace un ataúd de incienso y mirra y otras especias, en el cual entra en la plenitud de su tiempo, y muere. Pero cuando la carne se descompone, es engendrada cierta larva, que se nutre de la humedad de la criatura muerta y le salen alas. Entonces, cuando ha crecido bastante, esta larva toma consigo el ataúd en que se hallan los huesos de su progenitor, y los lleva desde el país de Arabia al de Egipto, a un lugar llamado la Ciudad del Sol; y en pleno día, y a la vista de todos, volando hasta el altar del Sol, los deposita allí; y una vez hecho esto, emprende el regreso. Entonces los sacerdotes examinan los registros de los tiempos, y encuentran que ha venido cuando se han cumplido los quinientos años.
Clemente de Roma. Epístola a los Corintios (XXV).

Para San Ambrosio, el ave Fénix muere consumida por el Sol, convertida en cenizas de las que renace, después de arder su cuerpo, como un pequeño animal sin miembros, un gusano muy blanco que crece y se aloja dentro de un huevo redondo, como si fuera una oruga que se vuelve mariposa, hasta que dejando de ser implume se transforma en un águila celeste que surca el firmamento estrellado.

En la mitología china, el Fenghuang, aunque no tiene similitudes con el Fénix, ha sido denominado el «Fénix chino» por algunos occidentales, siendo una criatura con cuello de serpiente, el cuerpo de un pez y la parte trasera de tortuga. Simboliza la unión del yin y el yang.

1 comentario:

  1. algunos de los textos de este artículos están extraídos de http://tuscriaturas.blogia.com

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